Krakovia On Tour

Volviendo a las andadas decido ponerme malo el día antes de irnos 3 días a Cracovia, aprovechando la Fiesta Nacional del 15 Marzo en Hungría y que vamos a coger una autobús de 7 de horas hasta Polonia.

Turbado por mi catarro, por el camino comprobamos la cantidad de catequesis que se imparte en este país, y la cantidad de cruces que llenan sus carreteras y casas, causa o consecuencia de ello, Juan Pablo II, nació por estos lares.

Teníamos diferentes posibilidades a la hora de enfocar nuestro viaje:

• 1.       LA ruta de las iglesias de Juan Pablo (descartada por ser Año bisiesto y no proceder)
• 2.       La ruta de no hay ruta sólo fiesta (descartada por los damnificados de diferentes virus)
• 3.       LA ruta de la depresión histórica y belleza enterrada (incluye Auschwitz y las Minas de Sal de Wieliczka)

Vencedora la última de las opciones, por ser lo que hace todo el mundo y porque la historia negra de Auschwitz se compensa con la belleza de las minas de Sal (a mi gusto lo más bonito, además de venirme del carajo para mi resfriado al estar 4 horas respirando entre paredes de sal), asi se trataba de un viaje más o menos compensado de emociones. 

Auschwitz:

Wieliczka Salt Mines:

Dentro del turismo gastronómico, que Siempre será resaltado en este Blog, cabe destacar, El Bocadillo de Sopa (no es coña) , nos encantó a todos, aquí una de sus fans, Laura a.k.a Sparkles, la prueba:

Por ultimo comentar que Cracovia es una ciudad realmente bonita, que merece la pena andar y perderse, tiene un barrio judio interesante, donde se come bien y barato, estuvimos cerca de entrar a las Sinagogas pero alguna fuerza invisible nos retuvo. 

Si entramos a la Basílica de Santa Maria, muy bonita por dentro, pero nos borraron las fotos por entrar en horario de misa. Os dejo algunas fotos del viaje:

Publicidad curiosa a la entrada de una Sinagoga:

Beautiful krakow,

El Equipo:

Por último dos detalles, me llevo una bufanda del Wisla Krakow para la colección y después de pasarme todo el viaje escuchando a heroes del silencio, para sorpresa nuestra cuando estabamos en el hostel sonó en la radio polaca uno de sus temazos. Que grandes!!

Road to Buda

Viajar a un país que no conoces, que lo único que oyes es que por primera vez en 25 años se ha congelado su río y no puedes hablar ni para suplicar piedad, debido a ese par de Vermouths que te tomaste el día de tu fiesta de despedida, con el objeto de matar gérmenes cosa que hicieron, pero consigo llevaron tus cuerdas vocales, sobreviviendo una o dos, para saludar, al menos, al Consejero Delegado de la Oficina Comercial en la que vas a trabajar un año. No tiene precio. Los culpables:

Que cara de angelitos...

Pero a eso, al avión de juguete que nos llevó de Praga a Budapest, a la sangría que nos hicieron en el aeropuerto de Praga por una salchicha y a la cama del Albergue de la primera semana sobrevivimos, mi compañera de viaje Laura Carrillo a.k.a. Sparkles y yo. Asi estaba la ciudad cuando llegamos:

A partir de ahí, sobrevivir en Hungría se trata de asimilar y aceptar básicamente tres premisas:

La primera, el húngaro es un idioma, la wikipedia la reconoce como tal y no podemos denunciarles porque estamos en su país y se molestarían.

Segundo, no te caben los billetes en la cartera, tienes 20.000 florines o forintos en billetes de 500 y pagas lanzándolos al aire para dar espectáculo. Error. Don´t.  Vuelan, pero de verdad, como los demás, gastas millones y la gente lo sabe. Los taxistas te buscan por las calles para llevarte, si hace falta te dejan conducir y se meten en el maletero.

Tercero, y quizás el más fatídico de todos. El pálinka no es un sombrero ni un baile ruso, ni siquiera un delantero del Ferencvaros. Es letal. Dicen que tiene sabor a frutas, pero es para que te descojones más cuando lo pruebas. Ellas, se lo ponen de colonia, ellos lo meten en botellas de fanta de limón. Luego se quedan dormidos en la calle, se congelan y tienen que recogerlos río abajo en transilvania. Error. Don´t.

Está es mi guía cojonuda para los que deseen visitarme.